La danza es una disciplina artística y deportiva que combina fuerza, resistencia, flexibilidad y expresión corporal. Sin embargo, está también asociada a una intensa presión por alcanzar ciertos cánones estéticos, lo que a menudo genera confusión y perpetúa mitos sobre la alimentación ideal para los bailarines. En este artículo abordaremos algunos de estos mitos y ofreceremos información basada en la evidencia para promover una nutrición adecuada y saludable.
Mito 1: “Dejar de comer es la mejor manera de bajar de peso”
Este mito, lamentablemente muy extendido, puede causar serios daños a la salud y al rendimiento. Dejar de comer provoca una deficiencia energética que afecta directamente a la concentración, la coordinación, la fuerza muscular y la resistencia. En un bailarín, estas capacidades son esenciales tanto para los ensayos como para las presentaciones.
La solución no es dejar de comer, sino buscar un plan nutricional personalizado que permita alcanzar un equilibrio entre el déficit calórico necesario para reducir grasa corporal y las demandas energéticas de la actividad física. Los hidratos de carbono, por ejemplo, son una fuente clave de energía y deben estar presentes en la dieta de un bailarín para evitar la fatiga prematura y el bajo rendimiento.
Mito 2: “Los bailarines deben evitar las grasas”
Aunque reducir las grasas saturadas es recomendable, eliminar completamente las grasas de la dieta no es saludable. Las grasas saludables, como las que se encuentran en los frutos secos, el aguacate y el pescado, son fundamentales para la función hormonal, la salud cerebral y el rendimiento físico. Una dieta equilibrada debe incluir este tipo de grasas en cantidades adecuadas.
Mito 3: “Los bailarines solo comen ensalada y agua”
La imagen de una bailarina con una dieta basada exclusivamente en hojas de lechuga y refrescos light es un estereotipo dañino y desactualizado. Los bailarines necesitan una alimentación variada y rica en nutrientes para soportar las largas jornadas de ensayos y presentaciones. Una dieta equilibrada incluye hidratos de carbono (cereales integrales, legumbres), proteínas de calidad (animales y vegetales), frutas, verduras, frutos secos y semillas.
La realidad: Nutrición para el rendimiento y la salud
El equilibrio nutricional es clave para alcanzar el máximo rendimiento en la danza. Una alimentación adecuada no solo mejora el rendimiento, sino que también previene lesiones, apoya la recuperación y protege la salud ósea y hormonal. En este contexto, es importante mencionar la deficiencia relativa de energía en el deporte (RED-S), una condición que afecta tanto a hombres como a mujeres y que puede tener consecuencias graves como pérdida de masa ósea, alteraciones hormonales y mayor riesgo de fracturas.
Consejos para una alimentación saludable en la danza
- Planificar las comidas: Realizar de 4 a 5 ingestas diarias para mantener los niveles energéticos estables.
- Priorizar alimentos frescos y de temporada: Estos ofrecen mayor cantidad de nutrientes esenciales.
- No temer a los hidratos de carbono: Son imprescindibles para la energía diaria.
- Incluir proteínas en cada comida principal: Ayudan a la recuperación y al mantenimiento muscular.
- Asegurar una ingesta adecuada de grasas saludables: Fuentes como frutos secos, aceite de oliva y pescados grasos son excelentes opciones.
- Mantenerse hidratado: El agua es esencial para el rendimiento y la salud general.
- Buscar apoyo profesional: Un/a nutricionista especializado/a puede elaborar un plan personalizado según las necesidades específicas de cada bailarín/a.
Conclusión
La alimentación en la danza no debe estar marcada por mitos ni estereotipos, sino por la búsqueda de un equilibrio que permita alcanzar el máximo rendimiento y preservar la salud. Como bailarines, es fundamental entender que la dieta adecuada no solo mejora la figura corporal, sino que también sostiene el esfuerzo físico y mental que exige esta disciplina. La información y el acompañamiento profesional son las mejores herramientas para desterrar los mitos y construir hábitos saludables duraderos.
Paula Barboza
Prof. y Lic. en Nutrición
Antropometrista ISAK II
MN 8709 MP 3862
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